CÓMO TRATAR EL ALZHEIMER ORTOMOLECULARMENTE |
El Alzheimer es la causa más frecuente de la demencia presenil progresiva y de
la demencia grave en ancianos y se desconoce qué lo provoca. Sí se sabe en cambio que se caracteriza por un notable deterioro
de las neuronas con destrucción celular de amplias zonas del tejido cerebral. A nivel histológico se aprecia la aparición
de placas amiloides que no sino son depósitos de proteínas insolubles (beta-amiloides) que causan graves daños en las neuronas
y en los haces neurofibrilares, elementos formados por una proteína (proteína Tau anómala) que daña los axones, es decir,
los elementos que conectan las neuronas entre sí. En realidad tales daños se producen también cuando envejecemos pero
en el caso del Alzheimer tiene lugar a edades mucho más tempranas y en mucho mayor grado. En todo caso suele manifestarse
de dos maneras: rápida o aguda con resultado de muerte en un año o -lo que es más frecuente- con un desarrollo lento y progresivo.
Los primeros síntomas son la pérdida de memoria y una clara dificultad para concentrarse lo que se traduce en una evidente
disminución de las facultades intelectuales y, por ende, en incapacidad para llevar a cabo multitud de actividades. En
la fase inicial uno se siente incapaz de recordar nombres conocidos, olvida con frecuencia sus citas y sufre notables cambios
de humor sobre todo porque al principio se da cuenta de los problemas que tiene, de que encuentra dificultades para hallar
el vocabulario mas adecuado para expresarse, de que disminuye la capacidad para realizar las actividades habituales, etc. En
las fases mas avanzadas se produce ya una pérdida de la memoria reciente, quien la sufre repite las cosas olvidando que ya
las ha dicho, sufre cambios de personalidad, siente a veces una clara desorientación espacio-temporal, necesita ayuda hasta
para vestirse o lavarse, es incapaz de comprender explicaciones sencillas, la visión y la locomoción se ven afectadas, se
agita, grita y llora e, incluso, pueden presentarse crisis epilépticas. Depende del grado de afectación.
CAUSA DE LA ENFERMEDAD La aparición del Alzheimer se achaca fundamentalmente a la liberación de sustancias tóxicas por la
proteína beta-amiloide que provoca oxidación lo que lleva al organismo a liberar a su vez elementos inflamatorios (prostaglandinas)
y, por tanto, a una posterior respuesta inflamatoria que provoca la aparición de sustancias altamente tóxicas para las células
nerviosas. Ello provoca un evidente deterioro de la función neuronal, sobre todo debido a la presencia de los ovillos neurofibrilares
y las placas amiloides. Se produce también atrofia de la corteza cerebral. En cualquier caso se considera igualmente factor
de riesgo la unión de la apolipoproteína E -una sustancia que se encarga de transportar grasas a los tejidos para su transformación-
cuando se une al alelo APOE-4 (cromosoma 19, gen tipo 4). Otro factor de riesgo lo constituyen las sustancias tóxicas.
Por ejemplo las que ingerimos con los alimentos contaminados así como las que están presentes en champúes, lacas, pastas de
dientes, utensilios de cocina, etc. y ¡cómo no! el tabaco. Especialmente los que contienen aluminio ya que este mineral inhibe
o limita la síntesis de diversos neurotransmisores fundamentales en las funciones cerebrales como la acetilcolina, la serotonina,
la adrenalina, la noradrenalina y la dopamina. La oxidación del tejido cerebral es igualmente importante. En la región
frontal de los cerebros de personas fallecidas por Alzheimer se han encontrado hasta 100 veces más radicales libres que entre
los fallecidos por otras causas. Es fundamental resaltar, por último, la importancia que tiene una nutrición adecuada,
sobre todo entre quienes mayor riesgo de padecer la enfermedad.
LAS INMUNOGLOBULINAS Cabe añadir que hace escasas semanas un equipo médico cuyos miembros pertenecen al Centro Médico
Cornell Weill y al Hospital Presbiteriano de Nueva York comunicaron que el Alzheimer puede prevenirse e incluso detener su
progreso inyectando simplemente inmunoglobulinas, es decir, anticuerpos. Al menos así lo afirman tras haber tratado a 8 pacientes
durante seis meses. A esa inoculación de anticuerpos se la denomina inmunización pasiva y ya se usa para combatir otras enfermedades
como la hepatitis. Esto demuestra que subir las defensas del sistema inmune es imprescindible. Téngalo en cuenta.
RECOMENDACIONES GENERALES Actúese con celeridad
ante los primeros indicios. Puede ser fundamental para paralizar o impedir un rápido desenlace de la enfermedad. Infórmese siempre
a la persona afectada de lo que la está pasando porque de lo contrario no se concienciará y, por tanto, no se esforzará para
intentar evitar el proceso degenerativo. En cuanto aparezcan
los primeros síntomas plantéesele hacer ejercicio todos los días. Debe oxigenar el organismo. Elimínese todo
producto o fármaco que afecte negativamente la capacidad cognitiva: analgésicos, antihistamínicos, etc. Evítese utilizar
todo producto que contenga aluminio o mercurio. Y eso incluye a la mayoría de los antiácidos, los desodorantes, algunos maquillajes,
las pastas de dientes, los champúes anticaspa, las lacas, algunos utensilios para cocinar, los envases de aluminio, las amalgamas
dentales... y el queso muy curado puesto que es rico en aluminio. Como ya dijimos, algunos minerales -es especial el aluminio-
inhiben o limitan la síntesis de diversos neurotransmisores: la acetilcolina, la serotonina, la adrenalina, la noradrenalina
y la dopamina. Evítese todos
elemento o sustancia que genere radicales libres. Es el caso de los microondas según algunos estudios. Es útil practicar
actividades relajantes que disminuyan los estados de irritabilidad y agitación. Dése apoyo emocional
y psicológico a quien sufre el problema. Es muy importante. Es vital que la
persona afectada se mantenga ocupada en diferentes actividades que ralenticen la pérdida de aptitudes intelectivas, cognitivas
y psicomotrices. Dormir suficiente
es importante. En cuanto aparezcan los primeros síntomas la persona afectada debe concienciarse de la importancia de descansar.
El organismo se autorrepara básicamente durante el sueño. Si la enfermedad
está avanzada se debe reorganizar la casa del enfermo con el fin de hacerle la vida más fácil y cómoda. En tales casos el
apoyo al enfermo es fundamental pero también a los familiares porque en la mayoría de los casos se crea una situación muy
difícil de llevar.
EN CUANTO A LA ALIMENTACIÓN La persona a la que se diagnostica un principio de Alzheimer debe: Eliminar de su
alimentación la grasa saturada animal, el azúcar blanco y las harinas refinadas. Suprimir por completo
la ingesta de alcohol ya que daña inexorablemente las estructuras cerebrales y, sobre todo, afecta a la memoria. Limitar al mínimo
o eliminar de la dieta la carne roja y el queso muy curado (ya dijimos que éste es rico en aluminio). Evitar las comidas
rápidas y precocinadas así como la llamada "comida basura.". Sustituir al máximo
la proteína animal por proteína vegetal. Beber agua mineral
en lugar de agua de grifo porque ésta suele contener cantidades importantes de aluminio además de destruir la vitamina E.
ALIMENTOS BENEFICIOSOS Frutas. Son ricas en vitamina C y otros antioxidantes que neutralizan los radicales libres.
Además contienen colina. Especialmente las uvas, las cerezas, el limón y el pomelo, ricas en vitamina
C y bioflavonoides. Ajos y cebollas. Por su contenido en azufre. Cereales integrales, frutos secos, huevos y coles. Especialmente por
su riqueza en colina. Espárragos y zanahorias. Son fuentes de vitamina E. Nabos, ajos y naranjas. Son fuentes de selenio. Pimientos verdes y espinacas. Contienen vitamina C. Hortalizas de hojas verdes. Son una buena fuente de silicio y este oligoelemento dificulta
la absorción de aluminio. Zanahorias, col verde, perejil y espinacas. Son fuente de beta-carotenos,
Levadura de cerveza. Es rica en vitaminas del grupo B y en oligoelementos. Pescado azul y animales marinos. Todos ellos son ricos en ácidos grasos poliinsaturados, especialmente
la sardina y el salmón.
COMPLEMENTACIÓN
ADECUADA En
el caso del Alzheimer son útiles los suplementos de: Fosfatidilserina. Se trata de un fosfolípido presente en la membrana celular y que predomina
en el cerebro. Es un nutriente que atraviesa la barrera hematoencefálica rápidamente por lo que actúa casi nada más tomarlo.
Participa en la producción y liberación de neurotransmisores y se ha mostrado eficaz en el mantenimiento de las funciones
cognitivas. Vitamina B3 o Niacina. Participa en el proceso de síntesis de determinados neurotransmisores,
entre ellos la serotonina, cuya deficiencia puede provocar cuadros de inestabilidad emocional, irritabilidad, depresión, confusión
mental, etc. De hecho, una deficiencia importante de esta vitamina está relacionada con algunos tipos de demencias. Inositol.
la administración de esta sustancia mejora la expresión verbal y la capacidad de orientación del paciente. Acetil-L-Carnitina.
Es un derivado del aminoácido carnitina que mejora la funcionalidad de las neuronas y además de optimizar la actividad cognitiva
es capaz de mejorar la memoria a corto plazo, limitar los daños en la depresión senil y facilitar mejores periodos de sueño.
NADH.
Es una sustancia natural presente en todos los organismos vivos. Se le conoce también como coenzima I. Se le atribuyen
más de un millar de funciones bioquímicas y está considerado el antioxidante más eficaz conocido. Una de las acciones principales
es su actividad en la producción de energía en la célula. Cuanto más NADH libre haya en la célula mayor energía puede producir
ésta. En el caso que nos ocupa su actividad se centra en la mejora de la función cognitiva, de la conducta y del estado de
ánimo ya que es un estimulador de la biosíntesis de dopamina, adrenalina y noradrenalina. Vitamina
B12. Es conocida por su actividad sobre el sistema nervioso. De hecho, su deficiencia provoca pérdida de memoria y dificultades
cognitivas importantes. Vitaminas
E y C. Su presencia es importante por su potente actividad antioxidante y por ser protectoras de sustancias indispensables
para la función del sistema nervioso. GABA.
Es un aminoácido con actividad sedativa y ansiolítica que puede ser útil en los diferentes estadios de la enfermedad.
Complejo
de vitaminas del grupo B. Su presencia es necesaria cuando se utilizan otras vitaminas del grupo. L-Fenilalanina.
Es precursor de algunos neuropéptidos cerebrales, tiene actividad antidepresiva y mejora la función mental. L-Glutamina.
Procede una sustancia importante, el ácido glutámico, fuente de energía para el cerebro además de mejorar la memoria.
Sin embargo, el ácido glutámico no es capaz de atravesar la barrera hematoencefálica por lo que es necesario tomarlo en forma
de L-glutamina que será transformada posteriormente en ácido glutámico en el cerebro. S-Adenosil-L-Metionina
(SAM). Esta sustancia se produce a partir de ATP y L-metionina. Es una sustancia esencial en la formación de neurotransmisores
y tiene una reconocida actividad antioxidante. L-5 HTP
(5-hidroxi-L-triptófano). Es un elemento indispensable para la obtención de serotonina por lo que se trata de una sustancia
con actividad antidepresiva, protectora del sueño y con efecto tranquilizante. Cellfood.
Se trata de un potente oxigenador celular con múltiples propiedades. EPA-DHA.
Se trata de ácidos grasos esenciales (omega-3) con reconocida actividad antiinflamatoria y beneficiosa para la función cerebral.
(Recuerde
que tanto el tratamiento a seguir como las dosis a prescribir son trabajo de un especialista de la salud y en ningún modo
este artículo puede ser utilizado como tratamiento específico. Sólo sirve como elemento orientativo e ilustrativo).
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